Generación del Agotamiento: Jóvenes que Ya Están Cansados Antes de Empezar

Generación del Agotamiento: Jóvenes que Ya Están Cansados Antes de Empezar

Vivimos en la era de las oportunidades infinitas, donde cada puerta parece abierta y cada talento puede hacerse visible. Sin embargo, nunca habíamos tenido una generación tan cansada, tan desbordada y tan confundida en su búsqueda de sentido.
Los jóvenes de hoy no solo enfrentan la presión de construir su futuro: cargan el peso de hacerlo perfecto desde el primer intento.

Cansancio antes del comienzo

La mayoría de ellos no ha llegado aún a la mitad de su vida laboral, pero ya sienten que están al límite.
No es pereza, ni falta de ambición. Es fatiga emocional, una especie de agotamiento existencial que nace de la exigencia constante de rendir, destacar y aparentar bienestar.

Según cifras recientes del Ministerio de Salud y Protección Social (2024), 6 de cada 10 jóvenes en Colombia manifiestan síntomas de ansiedad o estrés persistente, y más del 40 % asegura sentirse “mentalmente agotado” la mayor parte del tiempo.
La causa no es una sola: redes sociales, sobreexposición digital, precariedad laboral, expectativas familiares y la sensación de estar corriendo una carrera sin línea de meta.

El cansancio de esta generación no proviene del esfuerzo físico, sino de la sobrecarga mental.
De un sistema que valora más la productividad que el descanso, más el desempeño que el bienestar.

La cultura del “deber ser”

Hoy los jóvenes crecen bajo un ideal agotador: ser exitosos, felices, productivos, empáticos, atractivos y mentalmente estables… todo al mismo tiempo.
Una generación que lo tiene todo, menos tiempo para sí misma.

El Observatorio Colombiano de la Juventud (OCJ) alerta que el 57 % de los universitarios siente que está viviendo una vida que no eligió, moldeada por expectativas externas más que por decisiones propias.
Estudian carreras que no los representan, trabajan sin descanso, publican sonrisas filtradas y, aun así, se sienten vacíos.

La tecnología, que prometía libertad, terminó convirtiéndose en juez.
Cada publicación parece un examen: ¿viajas lo suficiente?, ¿te ves bien?, ¿lograste algo nuevo esta semana?
Y mientras todos intentan parecer felices, pocos lo están realmente.

Una mente que no desconecta

El agotamiento no ocurre solo por hacer demasiado, sino por no poder detener el pensamiento.
Muchos jóvenes viven atrapados en un ciclo de comparación, ansiedad y autoexigencia que no se detiene ni siquiera al dormir.
Revisan redes antes de acostarse, revisan metas al despertar.
Y entre tanto estímulo, su mente nunca descansa.

El Instituto Nacional de Salud Mental (2025) señala que la exposición prolongada a pantallas y la multitarea digital están incrementando los niveles de ansiedad y disminuyendo la capacidad de concentración en menores de 30 años.
La mente no nació para atender cien cosas al mismo tiempo, ni para fingir bienestar todos los días.

Pero eso es lo que se espera: estar bien, rendir bien, verse bien.

El costo invisible de la hiperconexión

Vivimos conectados a todo menos a nosotros mismos.
El agotamiento de esta generación no siempre grita; muchas veces se disfraza de éxito.
El joven brillante que trabaja 12 horas.
La estudiante ejemplar que no puede dormir.
El emprendedor motivado que no siente nada.

Detrás del logro constante se esconde una verdad incómoda: no todos están disfrutando de lo que consiguen.
El cansancio ya no es solo físico, sino existencial: una mezcla de saturación, insatisfacción y miedo a detenerse.

Porque detenerse, en esta sociedad, se siente como fallar.

Redefinir el éxito antes de que sea demasiado tarde

No se trata de abandonar las metas, sino de reconciliarse con el ritmo.
El verdadero cambio empieza cuando entendemos que descansar no es rendirse, sino recuperar la claridad que la velocidad nos quita.

Las nuevas generaciones necesitan espacios donde puedan hablar sin filtros del miedo, del vacío, de la presión.
Donde se entienda que el cansancio no se cura con más esfuerzo, sino con sentido.

Iniciativas de acompañamiento emocional como ANORMAL están surgiendo precisamente para eso: ofrecer un lugar donde los jóvenes puedan desaprender el mandato del “deber ser”, reconectarse con su propósito y recordar que sentir también es avanzar.
ANORMAL no enseña a rendir más, sino a vivir mejor; no a perfeccionarse, sino a ser reales.

Lo que esta generación realmente necesita

Más descanso.
Más conversación.
Más autenticidad.
Menos máscaras, menos filtros, menos exigencias imposibles.

Una sociedad que valora la salud mental por encima del rendimiento.
Una educación que enseña a gestionar emociones, no solo a obtener logros.
Un entorno donde pedir ayuda no se vea como debilidad, sino como madurez.

Un mensaje para cerrar

Si eres joven y te sientes cansado sin entender por qué, no estás solo.
Estás viviendo en una era que exige más de lo que el cuerpo y la mente pueden sostener.
El descanso no te hace débil, te hace consciente.
El silencio no es pérdida de tiempo, es un acto de cuidado.

Aprender a parar también es una forma de seguir.
Y quizás ese sea el primer paso hacia una generación que, en lugar de vivir agotada, aprenda a vivir despierta.


Tags: salud mental jóvenes, ansiedad juvenil, agotamiento emocional, presión social, propósito vital, ANORMAL mentoría, bienestar emocional, estrés generacional, juventud consciente, Coach Germán Moreno

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